lunes, 26 de enero de 2015

Mi parto

¡Buenas! Antes de nada pediros disculpas por no haber publicado ninguna entrada hasta ahora. Me sentía agotada con el trabajo y la casa y el poquito tiempo que me quedaba lo necesitaba para descansar y dedicárselo a mi familia.

Hoy os vengo a contar como ha sido mi experiencia en el parto y presentaros al pequeñín de la casa.

El 3 de diciembre a las 11 de la mañana estaba sentada en casa frente a mi pc cuando de repente sentí como si se me escapara el pipí. Así que fui al baño y observé también un pequeño sangrado. No podía ser otra cosa que la rotura de bolsa. Llamé rápidamente a mi chico ya que en cuanto hay pérdida de líquido amniótico tenemos que ir cuanto antes al hospital. Mientras me duché, arreglé y terminé de preparar la bolsa del hospital.

Llegamos al hospital a las 12. Entré por urgencias y me atendieron enseguida. Me llevaron a una sala en donde me monitorizaron para mirar el latido del bebé y las contracciones. Seguidamente me hicieron un tacto para comprobar que efectivamente la bolsa estaba rota. Luego me pasaron a una habitación ya que cuando tenemos rotura nos dejan allí y me dicen que a las 6 volverán a monitorizarme.

A las 6 vuelven a por mi y vuelven a monitorizarme y me hacen un tacto. Estoy dilatada de 2 centímetros. Me dicen que me van a llevar de nuevo a la habitación y que si no me pongo de parto lo provocarán por la mañana.

Desde la rotura había notado pequeñas contracciones que a las 8 de la tarde se volvieron muy fuertes y dolorosas.

Después de aguantar más de una hora no puedo más y decido llamarles.

Me subieron a la sala de dilatación.

Allí me sugerieron que me pusiese la espidural ya que las contracciones eran muy fuertes y sólo estaba de 3 cm. Yo a pesar de ser reacia porque la epidural hace que el parto dure más me la pongo. Enseguida dejo de notar las contracciones.

Tras muchas horas y otra dosis de anestesia por fin estoy dilatada completamente por lo que me piden que vaya empujando. Al no sentir las contracciones tengo que mirar el monitor para saber cuando vienen. Pasan unas dos horas en las no paro de empujar con todas mis fuerzas pero tenía un reborde que impedía la salida del bebé así que deciden que tendrán que ayudarme.

Paso a la sala de partos sola (no dejaron entrar a mi chico) y allí con la ayuda de la ventosa y varios empujones sacan a mi bebé pero se lo llevan corriendo. Solo pude ver una de sus piernecitas. Eran las 6.25 de la mañana

Mientras cosían el desgarro que me había provocado la salida del bebé entró mi chico y al poco trajeron a mi bebé envuelto. Me lo enseñaron de lejos y se lo llevaron corriendo al nido para hacerle unas pruebas por posible infección ya que yo tenía algunas décimas de fiebre. Mi pareja se va con él.

Me llevan a la sala de recuperación. Yo espero y espero y no me traen al niño ni viene mi chico. Me siento fatal y no paro de llorar. Mientras escucho como la chica de al lado está con su niña y su familia, nunca me he sentido tan mal anímicamente.

Casi tres horas después entra una enfermera a la que le pregunto donde están mi hijo y mi chico. No sabe nada y me pregunta mi nombre para buscar a mi familiar. Mi chico estaba fuera esperando. No sabía donde estaba porque había mirado allí pero sólo había visto a la chica que estaba conmigo. Yo estaba detrás de su cama separada tras una cortina.

Por fin me llevan a mi habitación. Corriendo voy al nido a ver a mi niño.

Nos encontramos a una pediatra haciéndole pruebas. Tenía una herida de la ventosa. Me sentí super mal. Y tras acabar los estudios pertinentes pudimos cogerlo, besarlo, acariciarlo. Fue un momento único. Ya le habían dado un biberón por lo que no pude amamantarlo. Me dijeron que en tres horas volviese porque hasta que no estuviesen los resultados de las pruebas tenía que estar allí.



Esas horas se me hicieron eternas.

A las 12 volví y mi niño se agarró estupendamente, fue maravilloso tenerlo tan cerquita de mi.

¡Y después de irme al ratito me lo llevaron a la habitación! Todo estaba bien.

¡Por fin!

Estuvimos 3 días ingresados y al fin nos pudimos marchar a casa.

En definitiva ha sido un parto duro. Nada de lo que tenía planificado. Lo que más me dolió fue no poder tener un contacto piel con piel con él al nacer o aunque sea haberle podido besar. Fue todo muy frío. Y lo de no poder iniciar la lactancia hasta 5 horas y media después del parto... También deseaba que hubiese un corte tardío del cordón que no se respetó. Pero bueno lo importante es que ya está con nosotros.

¡Este es nuestro chiquitín!

Pesó 3,480 kg

Midió 50 cm

Lo mejor que me ha pasado en la vida :)

2 comentarios:

  1. Pues muchas felicidades... de verdad que uno puede planificar todo ( o eso parece) pero menos un parto.
    Enhorabuena por ese pequeño ser, que ahora forma parte de sus vidas.

    Una nueva vida comienza....
    Besos

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